
Las fracturas por estrés son un tipo de lesión por uso excesivo caracterizada por pequeñas grietas en el hueso. Cuando los músculos están fatigados y no pueden absorber el impacto repetido, el choque se transfiere a los huesos. Los huesos débiles causados por la osteoporosis también pueden ser más vulnerables a las fracturas por estrés. Estas fracturas pueden ocurrir a partir de deportes o actividades diarias normales.
Las fracturas por estrés se producen principalmente en los huesos de la parte inferior de la pierna y el pie. Los segundos o terceros huesos largos entre la mitad del pie y los dedos de los pies son los que se efectúan con mayor frecuencia. Las fracturas por estrés a veces aparecen en el talón, en la parte superior del pie, el hueso externo de la parte inferior y el navicular.
Uno de los casos más comunes de fracturas por estrés ocurre en corredores que han estado confinados en espacios cerrados durante una temporada baja y luego vuelven a correr sin el acondicionamiento adecuado.
El uso indebido del pie es otra razón por la cual los atletas sufren fracturas por estrés. Un zapato viejo y bien conocido puede alterar la dinámica del pie y contribuir a las fracturas por estrés. Los atletas que cambian de superficie, como pasar de una cancha de tenis a una cancha dura, pueden aumentar su riesgo de sufrir fracturas por estrés, o de una pista para correr al aire libre a una pista cubierta. Otras condiciones, como pie plano o juanetes, pueden alterar la mecánica del pie, haciéndolo más vulnerable a las fracturas por estrés.
Síntomas de las fracturas por estrés
- Dolor que se desarrolla lentamente y se alivia con el descanso.
- Sensibilidad
- Hinchazón en la parte superior del tobillo o pie.
- Posibles moretones
Tratamiento de las fracturas por estrés
La mayoría de las fracturas por estrés curarán si el nivel de actividad disminuye y se usa calzado protector durante dos a cuatro semanas. Se puede necesitar un zapato de suela rígida, un zapato amovible para la pierna o una sandalia para brindar apoyo. Con frecuencia se aconseja a los atletas que cambien a un deporte que ponga menos tensión en la pierna y el pie mientras el hueso sana, como andar en bicicleta y nadar.
Para las fracturas por estrés en el lado externo del pie o en el astrágalo o los huesos naviculares que tardan más en sanar, se puede aplicar un yeso en el pie o puede recomendarse el uso de muletas hasta que el hueso sane. En algunos casos, la cirugía puede ser esencial. El ortopedista puede insertar un tornillo para huesos en el hueso para asegurar una curación adecuada. Se puede acceder a los implantes ortopédicos, como tornillos óseos, etc., desde el fabricante del implante ortopédico.